El Hemisferio Norte se prepara para entrar a cambiar de estación. El 21 de junio ocurre el solsticio de verano, el mayor día solar del año. El solsticio de verano tiene una interpretación mística interesante, con impacto en su vida. Sepa mas.
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El ciclo solar se divide por solsticios y equinoccios. Estos ciclos representan transiciones energéticas y cambios de estación. Sabía que la palabra «solsticio» tiene origen en el latín, significando «sol parado»?
En 2019, el solsticio de verano ocurre el 21 de junio. Este día en particular es aquel que tiene más horas de luz natural, y una noche más corta. A nivel energético, estamos ante un fenómeno muy importante, marcando un punto de viraje en la energía que nos llega a la Tierra.
Los cambios energéticos son muy notorios e importantes. Es por esta razón, que en estos períodos del año, en varios pueblos de la antigüedad, se celebraban rituales sagrados.
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El Sol es símbolo de vida, de energía y de crecimiento. Por esta razón, el solsticio de verano es un período favorable al crecimiento, desarrollo y transformación. Desde siempre, fue un acontecimiento celebrado por la llegada de la luz, por el crecimiento y transformación de los seres.
Griegos, Mayas, Incas, Romanos y Egipcios desarrollaron rituales que funcionaban como forma de agradecimiento y solicitud de protección divina. Estos pueblos reconocían la importancia del sol en sus vidas y por eso no dejaban la fecha pasar desapercibida. Las celebraciones estaban normalmente ligadas al fuego, que así como el sol, produce calor.
Las «semillas» que se plantaron en el Equinoccio, los objetivos que se definieron durante los últimos meses empiezan a dar frutos. Este es un período favorable a la expansión y manifestación de energías positivas y de momentos de evolución y crecimiento.
Espiritualmente hablando, debe usar este período del año para trabajar en su expresión individual, en sus deseos y voluntades, en lo que le hace feliz. El sol es más fuerte y más presente, situación que va a ayudar a recargar energías.
Es también un excelente período para hacer rituales de limpieza, sobre todo si es usuario de cristales, ojos turcos, japamalas y otros amuletos.
Este es un período del año en que estamos conducidos y alentados a dejar que ciertas partes de nuestra vida que estaban escondidas, sean iluminadas. A avanzar con coraje para concretar planes y deseos. No pierda la oportunidad que el sol le da.
